Death, Love & Emptiness
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Death, Love & Emptiness

Con los objetos primero pagas y luego disfrutas, con las personas primero disfrutas y al perderlas lo pagas. Se te cobrará mes a mes, intereses negativos y ni rastro de la fecha del pago final. No hay posibilidad de estafa, por mucho que huyas la deuda te atrapa.

Puedes probar a pedir un préstamo con forma de tu distracción favorita. Ganas tiempo metiendo ruido dentro de tu craneo. El problema es que el sonido no puede propagarse por el vacío. Y vacío es como te has quedado. Prueba a moverte a ver si entras en calor y corre el doble de rápido para acabar en el mismo lugar.

Difícil matar un frío que no deja de aumentar desde la noche que dormiste en suelo de la habitación del hospital. ¿Lección aprendida? Las baldosas se tragan todo el calor que tu cuerpo puede generar y poco más. Hazte bola y cuenta los segundos que quedan para el amanecer.

Ruptura y muerte, las sombras que proyectas entre lineas. Los colores están más apagados pero tampoco es para tanto si duermes un poco más. Te preguntas si se te nota en la cara lo apurado que llegas a final de mes.

Un mortal se reduce a lo que es, la personalidad, a lo que tiene, las posesiones, y a lo que representa, lo que es a ojos de los demás. Al morir lo que era desaparece, lo que tenía se diluye, en forma de herencia, pero lo que representaba se intensifica. La persona pasa a ser la suma de todos los recuerdos en las mentes ajenas y muere totalmente cuando nadie la recuerda.

¿Sabes cuándo es real un recuerdo? Al dormir. Cuando apagas las luces de tu habitación los fantasmas salen a encender el foco del teatro donde se va a representar la obra. El reparto aumenta con el tiempo, supongo que cuando seas viejo podrás elegir la cartelera. Abuchea desde primera fila y evita subir al escenario porque corres el riesgo de creerte la película.

Y ahora despierta. ¿Sabes a quién estás pagando con tu tristeza? A tu vanidad, porque la persona perdida ya no se entera de tus emociones.

Todo lo que llega a tu vida lo hace en forma de préstamo y puede ser reclamado en cualquier momento. No lo has perdido, lo has devuelto. Y ese es el secreto, no hay deuda posible sobre algo que nunca ha sido tuyo.

Ahora solo te queda disfrutar del recuerdo porque ese tiempo pasado os pertenece.